Nos encontramos ante otro exquisito librito ilustrado de la editorial Páginas de Espuma.
En la siguiente novela corta conoceremos a Lola una mujer muy mayor que está muy enferma y espera la muerte cada día que pasa. Tiene una pequeña lista con las cosas pendientes por hacer y una de ellas es morirse. Los días van pasando y ella está enferma y cansada de tener que respirar mal y de olvidarse de las cosas y solo piensa que la muerte necesita incluso un pequeño empujón. Vive con su marido y él le ayuda en algunas de las pequeñas tareas de casa como ir al supermercado ya que desde el último incidente pasado allí no ha vuelto a ir y ni a salir de casa.
Por otro lado hay unos nuevos vecinos que se han mudado a la casa de enfrente, un chico y su madre, el chico por las noches no para de mover las verjas que separan las viviendas y no la deja dormir.
El chico se ha hecho amigo de su marido y su marido le ha dejado una herramienta para arreglar una cosa de la casa y muchas veces el chico se sienta al lado de la verja y habla con su marido, pero su marido no le cuenta nada.
El chico, el chico, el chico estuvo haciendo ruido de noche y muchas veces entra en su casa y le revuelve las cosas y es que lola tiene muy mala memoria y está perdiendo la cabeza y no recuerda que hace días que no se le ve al chico, algo le ha pasado…
Al final Lola logra lo que llevaba tiempo deseando y la muerte la visita como una compañera leal.
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Un libro bastante extraño la verdad, cortito pero denso y con una historia bastante personal. La vejez con suerte es algo por lo que todos tenemos que pasar y es más dura de lo que parece, todos vamos allí y no sabemos lo que el futuro nos deparará.
¿Qué os parece el planteamiento de este libro? ¿Os ha entrado curiosidad?