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sábado, 9 de febrero de 2013

In treatment.

Se acomodó en aquel sofá de piel marrón arrugada, que produjo un molesto crujido, al combinar su peso con la fricción de la ropa sobre la piel de cuero del sofá. El cuero desprendía su olor peculiar.
   -Dígame, ¿en que trabaja usted?
   -Trabajo en una empresa de mensajería. Soy cartero.
   -¿Y a qué aspira usted?
   -Me gustaría ser escritor.
   -¿Escritor? -preguntó extrañado.
   -Sí.
   -¿Considera usted eso una profesión?
   -Bueno… un escritor remunerado.
   -Entiendo… ¿Cree usted que puede llegar a ello?
   -Supongo ¿Por qué no?
   -Hoy en día son muchos los que pretenden ser escritores, pero son solo unos pocos los que llegan a vivir de ello.
   -Lo sé, pero yo creo que tengo talento…
   -Todo el mundo cree tenerlo, cualquiera que escriba algo, se considera a si mismo escritor, pero en verdad solo unos pocos lo son.
   -¿Quiénes?
   -Pues los que viven de ello.
   -Discrepo.
   -¿Por qué?
   -Por que hay escritores que escriben para ellos mismos, que nunca dejan ver sus historias, sus escritos a nadie. Escritores reprimidos que disfrutan con ello y que tienen mucho más talento que muchos que tienen libros publicados. Al igual que hay cantantes espectaculares que solo cantan bajo la ducha. -Dije en tono indignado.
   -Sí, le doy la razón, puesto que cualquiera es capaz de publicar un libro a día de hoy.
   -Sí, pero son pocos los que llegan a vivir de ellos.
Me miró levantando una ceja con cara de sarcasmo. Y escribió en su libreta tranquilamente varios apuntes.
   -¿Y que tipo de literatura le gustaría escribir?
   -De terror, ciencia-ficción.
Me miró con incredulidad.
   -¿Considera usted que ese tipo de novelas son serias y respetadas?
   -Considero que son el tipo de novelas que a mi me gustan.
Anotó de nuevo algo en su libreta.
   -Entiendo. ¿Y ha estudiado usted alguna carrera que le pueda ser de utilidad, en este… -dudó un segundo- tipo de profesión? -Terminó la frase incrédulamente.
   -No…
   -La mayoría de escritores con nombre, son estudiosos con varias carreras.
   -Sí, es verdad, la mayoría pero no todos.
   -Cualquier persona con estudios tiene posibilidad y facilidad para dedicarse a ello.
   -No estoy de acuerdo con eso.
   -¿Porqué no?
   -Por que hay muchos escritores, como usted llama, que carecen de algo.
   -¿De qué?
   -Sus historias y sus escritos, carecen de alma.
   -¿De alma? ¿A que se refiere usted con eso? ¿Pueden morir y resucitar?
   -No…- dije un poco irritado.
   -¿Entonces? Explíquemelo.
   -A que hay historias que por muy correctas y decentes que estén escritas, no te las llegas a creer, nacen estando muertas y por ello carecen de vida. Sin embargo hay otras que están llenas de vida, que van más allá, te transportan. Son las que tienen algo fundamental, historias con alma.
   -Ah… -Soltó, no muy convencido.
   -Mis historian tienen alma.
   -¿Eso es lo que cree?
   -Sí, es lo que creo.
Volvió a tomar nuevos apuntes en su libreta, esta vez con cara de interés y apresuradamente.
   -¿Ha pensado en buscarse alguna afición para su tiempo libre?
   -No…- Dije confuso.
   -Una persona de su edad, debería ver más la tele, comunicarse más con la gente, salir los fines de semana, ir de fiesta y emborracharse, incluso… ¿porqué no? Buscarse novia.
Yo lo miré con cara descompuesta.
   -¿Por qué debería hacer eso? Tengo todo lo que quiero, cuando escribo.
Mi respuesta contrajo su cara en una expresión de extrañeza. Al cabo de unos segundos volvió hacer nuevos apuntes.
   -Bueno entonces nos vemos el jueves de la próxima semana, y trabajaremos en detalle este aspecto.
   -Esta bien…
Bajé del diván, y salí de aquella consulta con forma de salón rustico, cerrando la puerta hasta la próxima visita.

 
 Autora: Kel Báthory

3 comentarios:

  1. Saber escribir bien es importante, porque sirve para plasmar mejor una historia o mensaje. Pero cuando no tienes nada que contar, o peor: careces de imaginación, desarrollar una sintaxis o alardear de vocabulario no sirve de nada. Desgraciadamente, la creatividad hoy en día, está al alcance de cualquiera, incluso de los que no sirven para ello.

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  2. Muy buena terápia hecha relato. ¿Es la bella Báthory la estaba sentada en aquel sofá de piel marrón arrugada? Si es así, fue grato leer lo que pensás sobre el que escribe. Estoy muy de acuerdo.
    Saludos.

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    Respuestas
    1. Lo bello de escribir es la posibilidad de crear duda y lo bello del lector la libre elección ;)

      Besos Sangrientos

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