Hoy vengo hablaros del subgénero de terror splatterpunk surgido en la década de los 80 y caracterizado por la violencia explícita, lo sangriento, lo grotesco, lo repulsivo y todo lo peorcito que os podáis imaginar.
Esta es mi primera experiencia con el splatterpunk (obviando al increíble Jack Ketchum) y con la editorial Pathosformel. También con el escritor predilecto de este subgénero, Edward Lee.
Tuve el gusto de conocer a Edward Lee en la charla que tuvimos este pasado sábado con Albert, el editor de la editorial y la verdad es que me fascinó todo lo que explicó del splatterpunk, del escritor y de la editorial.
Pero vayamos al grano, el primer relato corto del libro se llama Cyesolagniaco y trata de Heyton un reputado comercial de software, un hombre que tiene la parafilia de sentir atracción sexual exclusivamente por las mujeres embarazadas y esto lo suele poner en peligro, especialmente por miedo a manchar su reputación, ya que se mezcla entre prostitutas y callejones y le es bastante complicado y difícil encontrar que alguna esté embarazada. Pero Heyton tiene su día de suerte ya que encuentra a una preciosa mujer embarazada de bastantes meses, que será fruto de su deleite. Aunque nadie es lo que parece y esta mujer no iba a ser menos. El final me ha dejado con los ojos como platos, ya que el relato termina con un giro bastante inesperado.
El segundo relato corto se llama el Dritifílico y es un relato totalmente repulsivo, asqueroso, vomitivo, ya que nuestro protagonista Barrows, un reputado y rico hombre de negocios, tiene la parafilia de comer flemas y mocos de cada persona cada cual más asquerosa. El hombre avergonzado por esta obsesión se va a la psiquiatra más rara y cara que encuentra y le comenta con mucha vergüenza y con todo lujo de detalles, su filia. Sin duda es el relato más asqueroso que he leído en mi vida y el final… el final es brutal. ¡Me horroriza¡ ¡Me encanta!
He de admitir que me esperaba algo diferente del splatterpunk, más sangre, más gore, más grotesco, pero este primer contacto, me ha encantado ¿es malo? Sin duda voy a seguir de muy cerquita esta editorial especializada en ello.
Por último y no menos importante nos encontraremos con un ensayo sobre la editorial de relatos y cómics eróticos, Verotik y cuando Glenn, un músico de metal y editor de la revista, encontró a Edward Lee y ambos se unieron en una simbiosis fruto del delicatessen.
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¿Conocíais el splatterpunk? ¿Qué os parecen los relatos? ¿Demasiado vomitivos para vuestro paladar? Al que le apetezca pasarlo mal, ha venido al lugar indicado.
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