“Sobre su muerte, señorita, elaboremos una ilusión: la de que todo lo que usted haga antes de morir será trascendental.
La solución perfecta consiste en que se vuelva romántica.”
Al fin retomo el mundo de las reseñas, después de un caluroso y sofocante verano. Y lo hago nada menos que de la mano de mi Somoza, con esta corta pero apasionante novela.
“Estimada señorita.
Voy a matarla y usted lo sabe, así que me asombra su silencio.”
Con esta interesante advertencia empieza esta original
novela, basada en una serie de cartas entre asesino y víctima, dónde ambos
dialogan entre sutilezas, realizando un macabro juego de palabras que no
tardará en deleitaros.
Todo empieza cuando la traductora y escritora Carmen del Mar,
decide pasar una temporada en Roquedal, un tranquilo pueblo costero que ya
conocimos por los relatos que aparecen en el libro
“El Detalle”.
Nuestra solitaria protagonista, empieza a recibir unas
misteriosas cartas, de un desconocido que tiene la amabilidad de advertirle sobre
su propósito de matarla. El asesino
deposita las cartas cerca del muro que rodea la casa, a la espera de su respuesta.
Carmen continúa este juego con la intención de averiguar la identidad del
misterioso caballero, dejándose llevar con ello, a cumplir las peculiares proposiciones
de éste y sorprendiéndose, al encontrar disfrute en ellas.
Por otra parte, dejando de lado toda esta parafernalia,
disfrutaremos recorriendo las viejas calles de Roquedal, oliendo la sal del
mar, conociendo más a fondo tanto alguno de sus enigmáticos habitantes, como
las ya olvidadas leyendas que corren fantasmales entre sus habitantes. Sin olvidarnos
de presenciar la tan macabra fiesta de los Reyes de Mayo.
En esta obra poética la muerte se nos antoja romántica, casi
anhelante. El suspense se encuentra entre carta y carta, dónde víctima y
asesino bailan un elegante vals, entre acertijos de soluciones distorsionadas.
Quizá su final resulte un tanto predecible, sin embargo,
como todas las novelas de Somoza, llegan hasta mis manos en el momento adecuado
y por ello su final, es perfecto para mí.
Y admito qué…
…Soñé, soñé que me
subía a unos tacones altos, me enfundaba en un vestido de gasa negro,
maquillaba mi rostro como muñeca funesta y ahorcaba mi cuello con un pañuelo
blanco…
“Y si no puede evitarlo, ríase.
Pero descifre la risa, compruebe su semejanza con la agonía -garganta convulsa, espasmos de vientre, gritos-. Cese de reír riéndose.”
Título: Cartas de un Asesino Insignificante
Autor: José Carlos Somoza
Editorial: Debolsillo
Colección: BestSeller
Género: Suspense
Nº de páginas: 112 págs
Precio: 6,95 €
Sinopsis:
Durante su solitaria estancia en un pueblo costero de Roquedal, una traductora, Carmen del Mar Poveda, recibe misteriosas cartas de un desconocido que le declara su intención de matarla. Las cartas son abandonadas en el muro que rodea su casa y el desconocido exige una respuesta. Comienza así un extraño intercambio epistolar, un juego de acertijos y falsas soluciones, de identidades y espejos, en el que inexorablemente se imbricarán las oscuras leyendas del pueblo, sus antiquísimas fiestas populares y algunos de sus más enigmáticos habitantes.
Escrita en clave lúdica, siguiendo una estructura argumental que recuerda el juego múltiple de las cajas chinas, la novela aborda de manera brillante la idea de la muerte, al tiempo que presenta la escritura como metáfora y espejo del destino humano.
Para más curiosidades sobre Roquedal pincha
aquí.
Por: Kel Báthory